Amaos los unos sobre los otros.
W. Allen
Lo que mis dedos no escriben; lo que también en mi mente es elipsis; lo que se entremezcla de las lenguas, más vivas que muertas, en los cielos; esa petite mort -que dirían los franceses- de las palabras fluyendo con pasión y sin control; cabalgando a lomos de la morfología, de la sintaxis y de la semántica; entre verbos copulativos, conjunciones consecutivas y proposiciones subordinadas; escribir y gozar con el escabullirse de las letras; entregarse a ellas.
Querida mía
ResponderEliminarMe deleito con la pasión que, descontrolada, se escabulle de sus dedos; me desvelo con sus elipsis. Bendita muerte por somnolencia esta mía.
La extraño por momentos.
Estimada mrs:
ResponderEliminarMis letras sobres las suyas... La punta del rabito de mi A acariciando la parte baja de su O. El embite de mi L, sujetando las curvas más delicadas de su S...
Y más mucho más...
Besos en las copas de su B
Kurtz
Querido Rey Cuervo,
ResponderEliminarUsted dé cuenta de la somnolencia. Lo mío son los desvelos.
Funcionaron igual nuestras mentes en cuanto a elipsis. No trate de escabullirse: sé dónde se esconde.
Querido Kurtz,
ResponderEliminarYa sabía que le gustaría esta entrada.
Dado que el diccionario no se presta últimamente a detener las balas, nos quedan los colchones de parapeto.
Tanto monta, monta tanto: sus letras y las mías disfrutan jugando.
Besos encopetados.
Es tan parecido hacer el amor a hacer un poema que a veces es difícil distinguir y no sé si estoy haciendo lo uno o lo otro.
ResponderEliminarDarling, besos con letras.
Mrs. rkl,
ResponderEliminar¿Qué quiere que le diga?
Permanezco en silencio como buen voyeaur. Sabe que disfruto observándola hacer... con sus letras.
Puntos suspensivos para su "Misterio".
Besos sin crisis, darling.