A veces me pregunto qué habrá sido de ti.
Y si ahora en tus noches junto a un cuerpo vuelve la vieja escena
y todavía espías nuestros besos.
Así me vuelve a mí desde el pasado,
como un grito inconexo, la imagen de tus ojos.
Expresión de mi propio deseo.
Peeping Tom,
J. Gil de Biedma
Vino la ciencia a enredárseme entre los dedos,
como ahora lo hace la hierba.
Fueron los cansancios.
Un insomnio despiadado.
Las resacas del mar en los adentros.
El venirse de las palabras justas,
inesperadas,
arañando el endocardio.
Bailar en espiral bajo la lluvia,
dándole cariño a las farolas.
Fue espuma de sueño y sueños.
Urdimbre de sal y de agua
tejida entre suspiros y bostezos.
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Vino la ciencia a enredárseme entre los dedos,
como ahora lo hace la hierba.
Fueron los cansancios.
Un insomnio despiadado.
Las resacas del mar en los adentros.
El venirse de las palabras justas,
inesperadas,
arañando el endocardio.
Bailar en espiral bajo la lluvia,
dándole cariño a las farolas.
Fue espuma de sueño y sueños.
Urdimbre de sal y de agua
tejida entre suspiros y bostezos.
My darling,
ResponderEliminarMe encuentro en tierras eslavas, dígame usted si quiere que le lleve una botella de vodka, una cúpula color verde viento o el par de farolas enamoradas de la Plaza de la Independencia de Kiev.
De momento le dejo unos besos y que desde lejos se la echa de menos.
Le diré que duermo peor desde que usted no escribe. Hágase cargo.
EliminarSabe que me chiflan sus besos tanto o más que sus regalos de cuento.
Que quiero que vuelva.
Que la quiero.