sábado, 28 de agosto de 2010

Alegato entre algas



Si yo fuese sirena escribiría un alegato en mi defensa.
También tendría cola, cosa que no sé como tomarme.

Reivindicaría mis derechos:
al canto,
a nadar desnuda entre las olas,
a contemplar la luna apostada en las rocas.

Pediría al capitán del barco pirata que, en caso de naufragio, firmase un parte amistoso de accidente. Y me ahorraría hacerle la prueba de alcoholemia a cambio de su ron.

Si yo fuese sirena reclamaría, cómo no, justicia poética.
Acabaría con esa mala prensa gestada en habladurías y odiseas.

Extendería mis brazos, a falta de piernas, para reconfortar a Ulises.
Por él, para aliviar su turbación, podría permanecer en silencio.


Si yo fuese sirena dibujaría un mapa de mi isla y su tesoro
y esperaría a que un recio marinero lo guardase en "favoritos".


Navegando sin temor, Mrs. Nancy Botwin


2 comentarios:

  1. Si usted fuese sirena,sería absuelta de toda pena,serían concedidos todos sus derechos,pero también tendría sus obligaciones,para con el capitán pirata que naufragaría una y otra vez,para gastar su ron brindando con usted.
    Pero quizás, sin saberlo,usted ya fue sirena,ya reconfortó a Ulises entre sus brazos,porque le aseguro que hay un recio marinero,que un día se perdió en su isla,encontró su tesoro y la tiene guardada en favoritos.

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  2. Mi querido catkiller,

    Asumo con deleite
    mis obligaciones de sirena
    y confieso,
    sin escamas en la lengua,
    que ando y nado
    prendada de ese recio marinero
    que el cielo me envío
    todo vestidito de azul...

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