Últimamente abundan los misterios...
La montañita de plancha crece sin límites: lo que comenzó siendo el Mondúber va camino de convertirse en el Kilimanjaro. Pongo al día mis escasos conocimientos en tectónica de placas, pero en el repaso surgen nuevas dudas. ¿Será por colisión de turnos o por subducción en la pereza?
Se han prestado las vacaciones a jugar al Cluedo. Sin ficción, por extraño que parezca. Después de indagar como buena detective, llegué a una conclusión: fue la Srta. Amapola, con la llave, en la cocina. Lo extraño es que en lugar de robar las joyas -tremenda colección- optara por arramplar con las bragas ajenas. Y la señora de la casa ¡tan relajada! No se explica.
Me pregunto -y no sé responderme-: ¿ofrecerán por mi una docena de camellos o una cabra enclenque?, ¿alguien se cree que Tarzán fue un simple compañero de reparto para Chita?, ¿ cuántos stents caben en una coronaria?
Entre duquesas anda el juego, Mrs. Nancy Botwin
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