De camas, camadas y camelancias.
Ella buscaba soporte en su puerto paralelo. Él era nauta por natura: cosmonauta, astronauta, argonauta e internauta. Andaban liados, eran aliados. Por ende y allende los mares.
El año saliente se despidió, exangüe. Exhaló sin exabruptos a esa hora en que ceros y unos se encriptan. El entrante les dejó exhaustos. Eximidos de toda responsabilidad por abrir la caja de los sueños. Extinguido el par en la unidad.
Ellos, que desayunaban sin que entrara el sol por las ventanas como en las películas americanas. Ellos, que hacían desorden de la ley y el orden para empalar impalas y dar cumplida cuenta del vicio y el fornicio, aunando y jugando con conceptos en el cigarrito del después del antes, del antes del después. Ellos, que entraban y salían sin esfuerzo de la dinámica térmica del triple punto suspensivo, del triple seco humedecido y del triple salto del tigre. Artistas y equilibristas. Ellos, sí, ellos: tercera persona de un plural que con polvos de talco y sus palabras mágicas quedaba de primera.
Los sueños en las cúpulas.
Las cópulas en cualquier parte.
Mi amada Mrs. Nancy
ResponderEliminarHasta la cúpula se elevan la presión arterial y la frecuencia cardiaca sin necesidad de catecolaminas. Eximidos están los aliados alados de expiar este pecado que sabe a redención, ya se ganen a pulso la excomunión, de explicar el origen de una cópula de triple lazo, de la palabra al cuerpo. De espaldas al reloj exhalan el humo de un cigarrillo, sintiendo conmiseración por falsos turistas con inhaladores de nicotina. Disfrutan las punzadas provocadas por las microrroturas de fibra de un corazón en imparable expansión, y buscan alivio en una saliva saturada de sal y tequila.
Contanto horas que parecen años.
Uskglass
Estimada Mrs:
ResponderEliminarEl albero de este blog cada día huele más a arte y sexo. A guiños y sonrisas cómplices.
Lances ajustados, cinturas quebradas, muñecas infinitas y rojo..Mucho rojo pasión!
Qué no pare la fiesta!
Kurtz
Querido Mr. Kurtz,
ResponderEliminarLlevamos tiempo entendiéndonos...
Me encanta que usted aspire el olor de este albero, que lo riegue con napalm y que disfrute del espectáculo.
Un beso.