PENÉLOPE:
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Esperaba tejiendo, tratando de espantar el malaje de lo cada vez más seguro, anudando hilos entre su corazón y la esperanza del que desespera un poco más a cada instante.
Mientras tejía había momentos en que la mente quedaba vacía, dejando al alma sin conciencia, y -como anestesiada- dejaba de sentir. Otros, apretando el punto más de lo debido, luchaba por aplacar la furia. La que le nacía del estómago y le obligaba a reconocer la futilidad de su misión.
Hacía tiempo ya que sólo esperaba, lo sabía: pero no podía hacer otra cosa. Así lo dictaba su corazón.
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GLAMOUR:
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Encanto sensual que fascina. Diccionario de la R.A.E.
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P.D. Entre lo uno y lo otro: ahí andamos compañeras. Decidida a no perder la calma en esta carrera de locos.
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