AHORA, SÓLO UN DIOS PODRÁ SALVARNOS.
HEIDEGGER
Hablas de huida. Es una palabra dura. Al fin y al cabo, yo no debía nada a nadie. Huida es una palabra demasiado dura.
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Es posible que sea una palabra dura. Sin embargo, si ves todo lo ocurrido desde la lejanía, tienes que reconocer que es difícil encontrar una palabra menos dura, más suave.
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Había una sola y única cosa que no me podía explicar: que hubieras pecado contra mí. Eso no lo comprendía. Te fuiste como un malversador, como un ladrón.
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Las palabras justas, las palabras adecuadas para expresar los fenómenos de la vida, llegan después y hay que pagar un alto precio por ellas.
Sándor Márai, in memoriam.
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