Sunday (Times),
08:25 Me visto. Vaqueros, botas rojas de agua, camiseta blanca, trenca azul marino. No me quito las medias de compresión. Cierro la taquilla, echo a lavar el uniforme, me despido.
08:30 Salgo a la calle: buenos días aire libre, qué frío. Calefacción y música altas, un cigarro. Antes de aparcar la noche y el coche paso por "Susi". Pan caliente y bollos recién hechos. Ascensor: vaya cara, le doy la espalda al espejo.
09:05 Casa. Al fin. Tiro la ropa en la mecedora, fuera medias. El pijama parece recién sacado del congelador. Un café descafeinado para entrar en calor y un cruasán frente al ordenador. Miro el blog, el "no blog", el correo y El País.
10:10 Cama. Dientes. Férula. Agua. Libro. Persiana hasta abajo. Luz de la mesilla. Despertador, 16:10 h.
15:55 ¿¿?? Domingo, saliente, casa. Mínima ubicación temporo-espacial. Así despierto habitualmente. Hambre. Comida de mamá (gracias). Sofá y TV: Harry Potter y no sé qué cuantitos. ¿Sueño otra vez? No, por favor, clemencia. Enumero en una lista lo que debería hacer si venzo la pereza. Domestic works, qué remedio.
17:00 Enciendo el ordenador. Sólo mirar una cosa.
17:30 Clic en suspender equipo. Qué ganas de tocar la guitarra.
18:20 Ya, no puedo retrasarlo más: lo de siempre y lo que todos. Limpiar suciedades de superficies diversas. Arreglar el desagüe del fregadero sin el título de fontanería. Doblar, guardar, tirar, ordenar. De fondo algo divertido: Los frenillos. Pop de los 80 que prohibirían en el 2010. Un poco de vidilla.
21:10 Relax. Aprobar al equipo después de "suspenderlo": contestar con gusto a los invitados al baile, retocar nuevas fotos (blanco y negro, sombras, realces, recortar, guardar, exportar), ver dos videos. Pasar por el no blog: tres minutos y apagar corriendo. Pases: 2.222, inquietante.
22:05 Escribir. Mezclar, liar, prender. Secuencia de por sí relajante. Pensar en acabar para darme una ducha. Agua templada en la piel. Desconectar. ¿Plan? Preparar la cena y dar cuenta de ella: pollo asado con limón, arroz, yogur y mandarina. Probar con la TV, a ver si hay algo interesante. Llamar por teléfono. Leer: último capítulo de La tía Mame, muy apetecible. Confiar en que no me den las cinco de la mañana despierta. Mañana debería madrugar (despertador a las 10:15 h). Sonreir, sabiendo que soñaré...
Diario de Botwin, Nancy.
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