jueves, 22 de diciembre de 2011

Lenguaraz y pirata




Recuerdo que me llevaron a un rancho desierto donde unas cuantas chicas hipnotizadas me forzaron a ingerir alimentos orgánicos, para intentar luego grabarme en la frente el signo del pentagrama con un hierro de marcar. A continuación asistí a una misa negra, en la cual acólitos encapuchados y adolescentes entonaban las palabras "Oh, cielos" en latín.

Recuerdo asimismo que me hicieron tomar peyote y cocaína, e ingerir una sustancia extraída de cactos hervidos, y mi cabeza empezó a girar sobre sí misma como un disco de radar. No recuerdo otros detalles, pero mi cerebro quedó obviamente afectado, por cuanto dos meses más tarde me detuvieron en Beverly Hills por intentar casarme con una ostra.


La época nefanda en que vivimos, W. Allen



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Lo dijeron en aquel folletín radiofónico y quise comprobar su autenticidad con mis propios ojos:  "dos murciélagos en vuelo que coincidan bajo el muérdago habrán de besarse, necesaria y naturalmente, con lengua".


Ellos lo soltaron así, sin más, y yo emprendí mi ocioso peregrinar por enciclopedias que no encenderían chimeneas en caso de ultracongelación instantánea del planeta Tierra (no se preveían glaciaciones para las próximas horas: no tenía de qué preocuparme). Había imaginado un beso 'amurcielagado' tipo Lauren Bacall & Humphrey Bogart, con las alitas de éste último desplegadas en abrazo y el lomo de la primera en dorsiflexión, léase "todo muy romántico", pero me llevé una sorpresa mayúscula.


Los murciélagos, en concreto los Anoura fistulata, poseen la lengua más larga de todos los mamíferos: se queda pequeña la cavidad oral para contenerla y la almacenan, previa vuelta al cuello a modo bufanda, en su caja torácica. Tanto es así, que llevado a nuestro particular sistema referencial -vicioso por antropomórfico- un humano convencional podría lamer algo con su lengua a una distancia de 2,55 metros.


A resultas de lo cual, y mente sucia mediante, dejé el resto de las averiguaciones para la posteridad y me tomé un combinado reconstituyente a base de bayas mucilaginosas. También a mí me afectó al cerebro, sin duda: nunca más viajé en metro sin cuidarme de cruzar las piernas.


Lenguaraz y pirata, Mrs. Nancy Botwin


2 comentarios:

  1. Eso es tener don de lenguas. Una bendición y un peligro al mismo tiempo.

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  2. HombreRevenido,

    Trabalenguas bajo el muérdago.
    Glositis tóxica.

    Sopesando me hallo; los pros,los contras.
    La Gadgetolengua daría tanto juego...

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