jueves, 19 de julio de 2018

Sweetness (o el estúpido sentido de la decencia)






En el momento de amar, la cara se exalta,
 se transforma completamente (...)
 por el erotismo. 

Anaïs Nin, Diarios amorosos



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Pienso en si debería echarle o no espinacas al puré de verduras, con la vana esperanza de que  algo así de mundano, rutinario y aburrido consiga frenarme. Sacarte de mí.  Mantenerme dry and clean. Pero vuelvo

a ti, 
a querer tenerte dentro
y me queman estas ganas 
de sexo a media jornada,
de sexo pasados los cuarenta; menos terso, más sucio. 

a ti 
y a esta emergencia de follarnos sin intercambiar una palabra.
Sudar, gemir, eyacular por los ojos.

a ti,
y a los planos de sexo furtivo atrapados a contraluz
a la sublime tentación de las drogas sin receta
al morbo pecaminoso del médico y  la enfermera.
Y a Micah penetrándonos de nuevo. Oral, vaginal, anal.  


Voy a ver cómo arreglo este desorden.


*** Sé que me cambia la voz cuando te canto.