martes, 26 de febrero de 2013

Cronología de un dudar




Abro la nevera: en la balda que queda justo por encima de mis ojos una fuente de macarrones con tomate convenientemente protegida por film transparente exige explicaciones. Reticente, elevo la mirada y me quedo sin palabras.

Células recombinantes de hámster chino dormitan atrincheradas plácidamente en mi frigorífico desde hace 121 horas.

Y hasta aquí podemos -ustedes y yo- leer...
Porque quien ha escrito esta historia es experto en darle su puntito de secreto sumarísimo a cualquier vida y a todo desenlace. 




4 comentarios:

  1. Doy gracias a Dios por el día de maña enormes besos

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    1. Eres tan lindísima...

      Me estremece en este amanecer tan especial un poema de León Felipe,

      Nadie fue ayer ni va hoy,
      ni irá mañana hacia Dios
      por este mismo camino que voy yo.

      Para cada hombre
      guarda un rayo nuevo de luz el sol...


      Gracias Yoc. Por todo. Queriéndote.

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  2. Nunca abro la nevera sin armarme previamente con un objeto contundente. Nunca se sabe que nueva forma de vida extraterrestre se puede haber formado en sus paredes mohosas.
    Creo que si aprovecháramos el tiempo que perdemos dudando con la puerta de la nevera abierta tratando de decidir cual de los yogures está menos caducado y hasta que punto es tóxico un jamón de york violeta podríamos aprobar un par de doctorados en Ciencias Exactas por la Universidad de Sausalito.

    Este beso está patrocinado por Kelvinator (lo siento, la crisis es la crisis y me veo obligado a insertar publicidad oscular para subsistir)

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    1. Querido Mr. Pazzos,

      Has de saber que doy por buenas las aglomeraciones de celulitas de hámster chino en lo que viene siendo mi nevera.
      Creo que, con los años, me he vuelto más tolerante y le encuentro su gracia y su "por qué no" a casi todo.

      No me importa que sus besos subliminales vengan con publicidad manifiesta. Me gustan igual.
      Ahí van los míos. Tres docenitas frescas.

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