jueves, 17 de junio de 2010

Polvo a feira



Llegó a su fin la maldición del escorpión de jade.
Dejó de joderme.

Abrióse la caja, despertando el alma dormida.
Por sorpresa.
Micuit & Cigarrettes.
Delicatessen pa' mi corazón.

Me encontró un GPS.
[[36° 45′ 38.35″ N, 4° 25′ 34.88″ W ]]
Me perdió la ciencia.
Me exorcizó la risa.



3 comentarios:

  1. Le voy a contar algo que no sabe, querida.

    Saqué la foto que acompaña su post hace ya varios meses, cuando acababan de romperme el corazón porque pese al estoque final creía en el indulto. Todavía hoy ese trozo de periódico que garabateé con bolígrafo a modo de profe-corregiendo-exámenes o profe-corrigiendo-infortunios se encuentra en mi corcho. Todavía hoy, cuando ya sé que no hay "tú y yo".

    Me gusta que lo tenga usted también.

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  2. Y yo le responderé lo que usted sí sabe:

    Que no le pedí permiso para ponerla en este blog, cosa que lamento y por la que me disculpo. Es usted una poeta visual colosal, al menos a mis ojos.

    Que tampoco yo quise borrar esa entrada por más que ya sé que no hay "tú y yo".

    Si no fuera por personas como usted, con una sensibilidad extraordinaria para el goce y el sufrimiento, yo estaría aún más perdida de lo que ya me siento. Porque ni es mal de muchos ni es consuelo para quienes no son tontos.

    Un abrazo entre "tú y yo": entre nosotras, darling.

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  3. No se disculpe. Todo lo contrario. Usted, ya lo sabe, tiene la puerta abierta y puede tomar de mi casa lo que guste y cuando guste.

    Deje que le regale mi última foto. Fue mi ansiolítico de ayer. Creo que usted la va a entender mejor que nadie. Dígame si se la puedo mandar por privado a algún sitio o se la subo a un banco de imágenes.

    Creo que el arte (grande o pequeño) es lo único que hace soportable la vida. Sé que usted también lo cree.

    Besos y "un daiquiri blues para mojarse los labios".

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