lunes, 20 de agosto de 2012

Crocanti de madrugadas




 
Si hubiera de elegir la Hormiga Atómica
 entre salvar El Mundo o su hormiguero,
 sepamos la respuesta:

 robarle el corazón a la cigarra.


Pensamientos capitales,
 Esther Giménez



&


   
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Del delirium tremens a la catatonia maligna pasando por la frontalización. Un abanico de sufrimientos  que contemplados desde el otro lado del espejo se vuelven opacos. No se puede razonar, tocar para tranquilizar, mitigar, paliar... Solo anestesiar al tiempo para que todo pare -de momento- y mantener la esperanza de que algún día se autodestruya. Sedar, que es apaciguar la conciencia negándola.


No me impactan tanto los aullidos de un hombre que se siente devorado por miles de ratas como su mirada de pánico. Tampoco me asusta la voz de ultratumba que en la oscuridad rompe el silencio con un "seis, seis, seis" repetido hasta la extenuación como lo hacen los ojos vacíos de la mujer que sólo así se relaciona con el mundo. La desinhibición sexual completa, que pudiera antojarse hilarante, resulta en realidad grotesca. La agresividad, verbal o física, por descontado también.


Son asperezas que traspasan la piel y llaman a las cosas por su nombre: porque la locura, exenta del tinte idílico y racional de quienes la confunden con rebeldía, ingenio o libertad, no tiene ninguna gracia. Como  harina de otro costal que nada sabe de molinos de viento ni de gigantes.



4 comentarios:

  1. Y contesté: Robarle el corazón a Mrs. Nancy.

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  2. No haga caso de fábulas: La esperanza de vida de una cigarra es de 2 a 17 años, la de una hormiga 40 días de desierta vida como mucho.

    Fíese más de Gloria Fuertes, mucho más lúcida:
    (Sé que me repito, pero también sé que le gusta)

    POETA DE GUARDIA (de Gloria Fuertes)

    ...¡Otra noche más! ¡qué aburrimiento!
    ¡Si al menos alguien llamase o llamara o llamaría!
    ¡La portera!, que si su nieta pare,
    y recordase que soy puericultora...
    o un borracho de amor con delirium tremendo...

    o alguna señorita de aborto provocado
    o alguna prostituta con navaja en la ingle
    o algún quinqui fugado...
    o cualquier conocido que por fin decidiera suicidarse...
    o Conferencia Internacional...
    (esto sería bomba: pacifista)

    O que la radio dijera finalmente:
    "¡La guerra de Vietnam ha terminado!"
    "el por qué de estar solo ya se sabe"
    o "el cancer descubierto"

    Y nadie suena, o quema, o hiela o llama
    en esta noche,
    en la que,
    como en casi todas,
    soy poeta de guardia.

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    Respuestas
    1. Repítase cuanto guste. Por mi parte, entre guardia y guardia me relamo.

      Robarle el corazón a la cigarra. Fíjese qué tontería, pudiendo jugar a los dados...

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