jueves, 11 de octubre de 2012

Delicadezas varias




Delicadeza.


(De delicadez).
1. f. finura (cualidad de fino)
2. f. Atención y exquisito miramiento con las personas o las cosas, en las obras o en las palabras.
3. f. Ternura, suavidad.

 



Diccionario de la Lengua Española, Vigésima segunda edición. Real Academia Española.





&
  


 Trata la cursilería de usurparle terreno a la delicadeza
 y a mí me llevan
 -huérfanos de lazos adornándoles el rabo-
 los demonios.




Rechinan en mis pupilas pétalos de margaritas despedazadas convertidas en sortilegio del enigma del amor y líquidos azules e inodoros tratando inútilmente de hacer de la sangre retenida y coagulada algo amable. Hasta la úlcera corneal y la discoria. Me despiertan la náusea incoercible -antes que el hondo suspiro- los colores pastel en cualquiera de sus fatales tonalidades, la amplia gama de los rosas, los brilli-brillis varios y las imágenes de bebés, perros, oseznos y gatitos. Esos sucedáneos teñidos de falsa ternura apelando a la feminidad; no los soporto.


Habituados como estamos al maniqueísmo como primera opción de pensamiento, cabe inferir que tal rechazo me sitúa en el extremo opuesto, el de chica dura  con lo que quiera que ello signifique, pero no es cierto.  Admiro la delicadeza, no sus burdas imitaciones. Me complace todo aquello que apela sin exagerar ni proponérselo a la elegancia, al cuidado y al detalle. El sabor de lo artesano, primero pensamiento y después obra trabajada, única e irrepetible; el gusto de lo manuscrito, con las inflexiones imperfectas de los trazos y la razón de ser de los espacios en blanco; el aroma de lo antiguo que perdura; la resonancia de la voz cuando la tesitura pierde la partida ante la verdad del sentimiento; el verso que es rima asonante arañando el alma; la buena educación, con el respeto y consideración hacia el prójimo que necesariamente implica.


A menudo tengo la sensación de que nada de ésto que yo amo se estila en estos tiempos. Y aún con ello, con el desánimo de quien ve cómo va degenerando lo que entiende esencial en lo superficial y accesorio, me atrinchero y reivindico mis posibles. Porque con no faltarle uno a su propio dictado, ya es más que suficiente. Si además le pone cariño, canela fina.



 

6 comentarios:

  1. Je suis entièrement d'accord avec vous:

    http://www.les-perles-du-net.fr/un-cafe-sil-vous-plait/

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    1. El francés, siempre tan evocador...
      El mío olé, prego ('au lait' para los cagaorquídeas que usted ya conoce).

      Invitará a esta dama, ¿no caballero?

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    2. Farpaitement, pero mejor a un chocolate caliente, n'est ce pas?

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  2. My darling,

    La belleza es tan delicada que es mejor que esté al alcance de pocos.

    Véngase a volar.

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    1. A donde usted me lleve, darling, yo voy sin preguntas.

      P.D. Y con una mochila cargada con lo básico para nuestra supervivencia(vodka, tequila, té, ceniza, BESOS, dragones, setas, frambuesas, algún pajarito al descuido y mucha -que nunca sobra- poesía.

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    2. Con qué maestría hace usted la mochila, querida.

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