lunes, 26 de noviembre de 2012

Pajaritos y entelequias




La poesía es ese termómetro que a veces interpongo
 entre el mundo y la palabra "mundo"
para verificar que todo convalece de su existencia. 


J. Jiménez Domínguez


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Pajaritos del mundo: si me queréis, irse.
Ahuecad el ala vosotros que podéis y poned aire de por medio.
Éste es el momento, cuando aún no hay aduanas en el cielo.

Dejaos de sensiblerías; las ramas son fuertes y soportarán vuestra ausencia
Nosotros, en lo posible, también nos recompondremos: mejor vivir desde hoy sin vuestro gorjear alegre que vernos obligados a salir de caza -a mucho no tardar- para echaros a la cazuela o asaltar vuestros nidos con premeditación y alevosía (lo que viene siendo hambre) para arrebataros los huevos.

Nos quedará el poso de vuestro saber hacer con esa abertura multipropósito que es la cloaca y reminiscencias de un sentido de la orientación que tal vez, en el futuro, nos saque del naufragio para llevarnos a buen puerto.

Ahora volad sin echar la vista atrás  ni deteneros en entelequias. 
Que no  hay tempestad tranquila y el invierno, impaciente, viene decidido a helarnos las sonrisas y la sangre.

 


lunes, 19 de noviembre de 2012

Marea blanca & Crespones negros


Externalizar a los políticos, la mejor solución.



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¿Haréis lo posible por HUNDIR la Sanidad Pública?




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Un latir unánime



P.D.

 De todo corazón,
Mrs. NB



jueves, 15 de noviembre de 2012

Altas tensiones y bajos alivios




Habida cuenta de que el seguimiento de una huelga general se cuantifica por el consumo eléctrico del día en cuestión, único dato supuestamente objetivo para tal valoración (¿?), tomo mis medidas y aprovecho para implorar a las sabias mentes que leen estas palabras una explicación razonada del asunto: que yo de cargas positivas interaccionando con negativas sé lo justo para comprar el pan sin que me dé calambre. De economía, lo imprescindible para que me den el cambio sin sisarme. 


En espera de que los clarines marcaran el momento de salir a la arena, dediqué la mañana de ayer -máximo ejercicio de irresponsabilidad e inconsciencia- a poner en orden el nido. De antemano, no recomiendo seguir mi ejemplo: pasar la aspiradora sin enchufarla a la red y planchar a temperatura ambiente dos coladas tendidas y secas es, además de cansado, infructuoso. Tratar de cocinar un pollo sin encender la vitrocerámica, absurdo. Confiar en que el portátil tenga batería suficiente para teclear con tranquilidad antes del pantallazo negro, utópico.


Ya a eso de la medianoche estuve a punto de partirme en dos la crisma levantándome a oscuras para resolver una urgencia miccional extemporánea. Durante el breve lapso que transcurrió entre el inicio y el fin de lo cual, consideré si se daría el caso de que El Corte Inglés, un suponer, optase por apagar las luces de todas sus tiendas por el nimio detalle de que no entrase a comprar ni el tato. Una más de las pingües reflexiones que disfruto elaborando en tanto que me alivio.


Hoy no entraré a hacer valoraciones de lo acontecido porque, como dice el dicho, lo poco gusta y lo mucho cansa. Pero sí diré que los "microfonistas", en general, me tienen harta. El tonito de arenga que le ponen al discurso, el dedito acusador con que señalan -maleducados- y lo importantes que se creen sabiéndose escuchados; me hastían. Y me viene a la cabeza aquella canción de Sabina que decía, 



En tiempos tan oscuros nacen falsos profetas
 y muchas golondrinas huyen de la ciudad. 
El asesino sabe más de amor que el poeta 
y el cielo cada vez está más lejos del mar...




Ya me contarán como rima lo de los kilovatios con el sentir (tímido o rotundo) de un pueblo. 
Que ahora, ruego me disculpen, tengo que cometer un asesinato.



martes, 13 de noviembre de 2012

Girasoles, huelga decir




Tenemos talones de Aquiles sin fondos,
ropa de domingo, 
ninguna bandera,
nubes de verano, 
guerras de Macondo,
setas en noviembre, 
fiebre en primavera. 


Tenemos naufragios soñados en playas
de islotes sin nombre ni ley ni rutina,
tenemos heridas,
 tenemos medallas,
laureles de gloria, 
coronas de espinas.  


Más de cien palabras, 
más de cien motivos
para no cortarse de un tajo las venas.



J. Sabina 





 Girasoles en huelga por falta de SOL.
  Desolados.

 
Mrs. Rkl & Mrs. NB
 
 
  
  
 

lunes, 12 de noviembre de 2012

Reincidente manifiesta




 Instituto de Cardiología
Página web de la Comunidad de Madrid


 “Destaca por ser un centro de importante apoyo en la disminución de lista de espera en estas exploraciones  en el conjunto de la sanidad madrileña, con atención rápida y personalizada, y por disponer de un personal sanitario con un alto grado de experiencia en el diagnóstico y tratamiento del paciente cardiológico”. 


Instituto de Cardiología  (SERMAS). Código de centro: 772.
Presupuestos 2013: sección "Asignaciones". Pasa del 771 al 773.
¿Y el 772? 
No existe. Cero euros.



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No tenía intención de reincidir, pero no quiero evitarlo.

Veo a mis compañeros de cada día dispuestos a dejarse la piel por conservar su puesto de trabajo y me emociono. Bajo a tomar con ellos un café a las tres de la madrugada: están sentados sobre mantas en el Salón de Actos del hospital con un frío considerable (hay que ahorrar en calefacción o al menos "no hacerles agradable la rebeldía").  Los celadores se van a la calle a 31 de diciembre, sí o sí. Los enfermeros con contrato eventual saben que lo tienen crudo para renovar: serán desplazados por la gente fija -desplazada a su vez- de hospitales que se privatizan. Hoy hablaban de qué se necesita para ser enfermera en Oslo además de no ser friolera...


Y a mí de momento no me tocan. Pero miro la bola de cristal y lo veo meridianamente oscuro. Vaticino un futuro de incapacidad para hacer frente a mi labor profesional - cuidar a personas en estado crítico-con garantías mínimas.  Ya hay días en que llego por los pelos (sin sentarme ni para el pis). A partir de ahora, con la que se avecina, me quedaré calva. Y es que sé la angustia que eso me va a suponer: por dejar de hacer cosas se muere la gente. Por hacerlas demasiado rápido de continuo, antes o después, también. Hay errores que no son rectificables. Los pacientes prolongarán su estancia en UCI por complicaciones derivadas de una asistencia deficiente y los nuevos pacientes no podrán ingresar por falta de camas o lo harán demasiado tarde (cuando la vida pende de un hilo cada minuto es oro).  Y eso, antes que para contarlo, es para vivirlo. 


 Para que no me acusen de contribuir a la hecatombe acumulando cajas de fármacos "sin tocar" en el cajoncito de la cómoda, cambio psicofármacos por hachís para tratar de conciliar el sueño. Y me cuesta, no crean, aunque en cada calada vislumbre sin esfuerzo razones para la esperanza.




Me voy con mi sombra al bar de la esquina.
Un bourbon con hielo y una aspirina.
El penúltimo trago, en la batalla. 

Arriba los corazones, A. Flores


jueves, 8 de noviembre de 2012

Carroña entre los huesos




Año Tercero  


 Lo que haces es increíble. 
 Eres lo mejor que ha dado este país en mucho tiempo.
 Te voy a convertir en un grande.



Diez años foca en un circo,
Julio de la Rosa 
 
 
 
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Once folios publicados a principios del mes en curso me han dejado sin aliento. El "Plan de medidas de Garantía del Sistema Sanitario Público de la Comunidad de Madrid. Presupuestos 2013." es tan tremendo que antes de acabar de leer el segundo párrafo empiezas a vislumbrar que será necesario un boca a boca in extremis para mantener el tipo. 
 
 
Nunca he confiado en la sanidad privada, con su hostelería de luxe para agradar al cliente y su facilidad para escatimar cuanto sea necesario en lo realmente importante de cara al negocio (llámese personal cualificado, tecnología óptima o gasto farmacéutico), pero coexistíamos y cada uno elegía lo que le viniera en gana. Nosotros (los tigres) apostando por dar lo mejor sin mirar facturas y ellos (los leones) haciendo caja y saliendo en las fotos.
 
 
 Ahora, cuando ya es oficial y notorio que la salud de un Madrid entero se deja en manos de hombres-empresas de dudosísima reputación y honorabilidad, me dan vahídos. Se acabó pensar en el beneficio del paciente como razón última del esfuerzo asistencial o, lo que es lo mismo, "privatizando, privatizando, por el culo nos van dando". Que usuarios y trabajadores viajamos en el mismo barco en este "Hundir la flota".
 
 
El documento, créanme, araña la íntima de las arterias y escuece como si no hubiera un mañana; justifica lo injustificable y se legitima en su desvergüenza al afirmar que ésta es la única solución posible para evitar males mayores. Y yo sólo pienso, tirita en mano alzada y harta como estoy de estos carroñeros de corbata y misa diaria, que aunque sus madres sean unas santas lo suyo no tiene cura. 


Que no se trasplantan cerebros ni almas. 
Ni se lo merecen. 
 
 
 
 

sábado, 3 de noviembre de 2012

Pandemónium tremens

 


He visto brillar al pez araña,
pero no podrá volver jamás. 

Quedaré con mi silencio. 

Mi voz nada puede. Nada significa. 

Que las tardes me arrinconen
y me den su perdón,
que lo que di sea leído en voz baja:
lo escribí con mi vida. 



David Eloy Rodríguez







Se unen las tinieblas con la luz
y viceversa.


Las bombillas alardean sin reparos
de lo que saben hacer con las polillas.
Hijas de puta al acecho y en la sombra.
Pandemónium de alas rotas
viciando el aire: escamas y naftalina.

 Marco mi piel con una señal de advertencia:
Puede contener trazas de napalm.


Y tú, 
que decides lamerme asumiendo lo tremendo
te llenas la boca de alcohol, hasta el delirio,
y aceptas ver conmigo las estrellas.

Que me gusta, te digo
tanto como ponértela dura
el modo en que me sostienes.

  Perdida y desnuda en medio de la selva.




Pandemonium tremens,  
Mrs. NB

viernes, 2 de noviembre de 2012

Poemween




Rubén:  
quiero decirte que no caben más caballos en mi pecho. 
Y que me gustas tanto que mi pene escupe girasoles sobre 
el Sáhara cuando sentencias: ser sincero es ser potente. 
Así las olas, faraón tse-tsé: si has de aplaudir,
apláudeme sin guantes.
Que viajo hacia mí mismo y no hay más evangelio que la risa.


Breve carta a Rubén Darío,
S. Óscar Borona 






Llego tarde: cuando los huesos de santo aquejan una osteoporosis galopante y los buñuelos de viento han sufrido el ciclón del peristaltismo intestinal. 
Pero llego.


Sólo para dar cuenta de que mi mente macabra ha tenido a bien considerar altamente evocador pero poco rentable que me apuntara a un cursito (monográfico y no precisamente barato) de packaging creativo. Porque  a mí lo de envolver para regalo con esmero me viene chiflando desde siempre.  Resisto la tentación de inscribirme para perfeccionar mi técnica porque, en el fondo, no le veo aplicaciones prácticas. Si tuviera una tienda de venta al público, quién sabe. Si comiera de dar lo mejor de mí en cada esquina, encelando por aquí y por allá, todavía. Pero lo cierto es que lo que más envuelvo, fúnebre redoble de campanas, son muertos. Cuerpos de personas fallecidas, fiambres, cadáveres, finados, difuntos u occisos. Llámense "x", de exitus letalis.


La secuencia da comienzo apagando  las alarmas de los monitores y retirando apechusques varios (sondas, catéteres, respirador, etc). Continúa con un lavado somero con agua y jabón, secado y cambio de ropa de cama aprovechando para colocar el sudario. Prosigue por identificar el cuerpo, subir la cremallera del sudario hasta el cuello, comprobar que la habitación está en orden -lo que incluye que haya alguna silla y tila disponible- y avisar a la familia. Siempre es difícil a pesar de que una intente no pensarlo. Hay gestos pequeños, casi insignificantes, que nunca pasan desapercibidos: que dé igual la temperatura del agua, por ejemplo. Cerrar unos ojos ajenos para siempre nunca es una simple rutina.


Packaging creativo y relajante, dicen
Y por un momento me veo envolviendo lo sublime para regalo.  
From: Eva
To: Dios
   

 
Poemween, Mrs. Nancy Botwin