jueves, 10 de noviembre de 2011

Kohl in Dante





Desde ese día aquella melodía
se aferra a mi alma,
arrancarla resulta imposible.

Y podría volver,
y podría decir que las cosas
van bien allá por Norteña.


La Fin, Vegas & Bunbury




&



No hay un río a cada lado en mi rostro sin desmaquillar. No soy Katy Jurado por más que las nubes negras sigan aquí, detrás, waiting around to die.

El kohl se corre menos que el rímel, dicen. Engulle las lágrimas y las acomoda en una laguna de perlas negras que se asemeja al infierno de Dante. Aguas turbias donde no crece la esperanza. A estas alturas, ya debería estar acostumbrada, me digo rezando en alta mar y vomitando hacia sotavento. Con todo, no puedo evitarlo, me sigue raspando este trago amargo de Angostura -también llamada Flor de Caña- cuando intento dormirme cada noche.

Nada entiendo y sé que no es inocencia pretendida. Nadie puede mejor que yo saber qué intencionalidad alimenta mis palabras y mis actos. Noviembre y el tiempo de las cerezas...

De la inmensidad de recuerdos rescato un Liceu en llamas y todo el tequila compartido. De esta estela de ausencia, a ti.


1 comentario:

  1. Morderse uno la lengua hasta llorar por modérsela hasta sangrar.

    Seis meses antes pregunté, ¿vamos juntos? Entonces ya se intuía que era un viaje ajeno y que yo sólo estaba invitada.Convidada de piedra sin voz, voto, ni aptitudes.

    Si hay miradas fulminantes es porque también hubo comportamientos injustificables y un "si te he visto no me acuerdo" que hoy, cuarenta días después, sigo sin querer creer.


    Lo he intentado. Quizás tenga que ser así.

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