domingo, 31 de enero de 2010

Vía crucis intratecal



Abandono por un momento la danza con el insigne Dr. Freud para bailar con su discípulo. Según Jung, la sincronicidad es "la coincidencia significativa de dos o más sucesos en la que está implicada algo más que la probabilidad aleatoria".


Así, la chincheta clavada en el zueco da paso a la aguja clavada en el dedo y más tarde a la tortura de pinchazos en paredes inapropiadas. No parece sólo probabilidad aleatoria. Controlo a duras penas los sangrados sincrónicos mientras marco plazos de espera. Y entonces, pasado el susto inicial y la palidez de su tristeza, me obligo a apelar a la coincidencia significativa. Todo ocurre por algo, aunque uno no sepa comprender por qué. Ya lo dice Mr. Nacho Vegas: la vida es parte buscar placer y parte hallar dolor.

Hoy tomé una decisión importante, aunque duela. Ahora es tiempo de descansar.

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