sábado, 21 de agosto de 2010

Luciérnagas y tortugas




No son más silenciosos los espejos
ni más furtiva el alba aventurera;
eres, bajo la luna, esa pantera
que nos es dado divisar de lejos.
Por obra indescifrable de un decreto
divino, te buscamos vanamente;
más remoto que el Ganges y el poniente,
tuya es la soledad, tuyo el secreto.
Tu lomo condesciende a la morosa
caricia de mi mano. Has admitido,
desde esa eternidad que ya es olvido,
el amor de la mano recelosa.
En otro tiempo estás. Eres el dueño
de un ámbito cerrado como un sueño.


A un gato, Jorge Luis Borges


&


De camino a la cama contemplo el espectáculo...

Me iluminan luciérnagas, me tropiezo con tortugas. Unas cuantas mariposas revolotean sobre mi cabeza. Alguna, más osada, prefiere hacerlo entre mis piernas. Todas bostezan mostrándome en su gesto inocente una lengua voraz. Mi caballito de mar sale de su escondrijo para unirse a la fiesta de sábanas revueltas. Y yo, sin silla de montar y sin biquini, me regalo una buena galopada.


La factura del dentista
, Mrs. Nancy Botwin

3 comentarios:

  1. Estimada Mrs:

    La noche es puro movimiento en la jungla. Puro espectáculo. No es posible dormir sin olvidarse de uno mismo, sin fusionarse con los sonidos, la humedad y el negro que lo invade todo. En la oscuridad de la selva, sólo el instinto sobrevive.

    Instinto tan evocador como el suyo en su paseo nocturno. Deliciosa entrega de una noche compartida con uno mismo.

    Esta mañana no ha hecho falta café para despertar. Sentirme mariposa curiosa fue suficiente.

    Kurtz

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  2. Estimado Mr. Kurtz,

    Me dejó usted sin palabras. Touché.
    Magistral ese movimiento en espiral de su lengua... de mariposa.

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  3. Sin palabras, y entre sábanas revueltas...

    Qué bonito amanecer!

    Kurtz

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