sábado, 20 de noviembre de 2010

El velo del murciélago





Escribir un poema se parece a un orgasmo:
mancha la tinta tanto como el semen,
empreña también más en ocasiones.


Tardes hay, sin embargo,
en las que manoseo las palabras,
muerdo sus senos y sus piernas ágiles,
les levanto las faldas con mis dedos,
las miro desde abajo, les hago lo de siempre
y, pese a todo, ved: ¡no pasa nada!


Lo expresaba muy bien Cesar Vallejo:
"Lo digo y no me corro".
Pero él disimulaba.


A veces, Ángel González



&


Pasaban las once de la noche cuando se arrodilló ante mí para anotar la petición en su libreta: "quiero un orgasmo, tráigalo sin prisa". Y lo trajo, calentito; él era el camarero, yo sólo pedí un postre.

Seguirán los cielos empalmados si bailan cada noche los murciélagos rozando con sus alas las estrellas. Dispuestos a dejar caer su velo, ahuyentando con su danza la ceguera.


Resbalando mi tinta, Mrs. Nancy Botwin.

5 comentarios:

  1. Murciélagos inflamando los cielos mediante el roce de sus alas sobre las estrellas.
    Anoche me dormí sobre la arena arrullado por el sonido de esa imagen.
    Soñé que traspasaba el umbral
    más allá del horizonte,
    donde el mar se apodera del cielo
    y los granos de arena recuerdan el calor de su piel.

    Pensar en bailar sin pensar.
    Bailar sin pensar en bailar.

    Esta mañana al despertarme he descubierto manchas de su tinta tatuadas en mis entrañas.
    “Dos playas enfrentadas
    separadas por el mismo mar
    son la misma playa
    ambas más allá del horizonte,
    ambas en el mismo lugar.”

    Un beso
    G.L.

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  2. A veces...
    Demasiadas veces nos perdemos cosas extraordinarias sin ninguna justificación Sita Botwin.
    Tratemos de evitar los velos que no nos dejan volar.

    Besos manchados de tinta

    Kurtz

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  3. Querido Grokus,

    Dejó también escrito César Vallejo,

    He soñado una fuga. Un "para siempre"
    suspirado en la escala de una proa.


    Es una pena que nos haya tocado en suerte acurrucarnos en playas de orillas distantes. Y un verdadero placer sentir que, en realidad, como usted bien dice, son la misma.

    Éste fue mi daiquiri blues la noche del sábado. Para mojarnos los labios y salir a bailar.

    Avisado queda: si el baile es agarradito se llevará más de un pisotón, no soy una gran bailarina.

    Un beso.

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  4. Querido Kurtz,

    Tengo plena conciencia de que usted gusta del sexo "oral" con mi tinta. Sé que cuando la dejo resbalar nunca llega a mis tobillos. No veo qué hay de malo en ello.

    También a mi me gusta... a veces.

    Besos sin quitamanchas.

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  5. Querida Mrs:

    No es la tinta lo que me encanta saborear (qué también!)sino el fondo

    Terciopelo y fuego

    Profundamente

    Kurtz

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