viernes, 24 de septiembre de 2010

Queriendo té (∞)




Itnin asra & habitación 7



Hoy no quiero escribir, sólo quiero abrazarte. Me entretengo mirando las paredes para retrasar este último deshacer entre los dedos, mezclar, liar y prender. Ahora que mi cuaderno aprendió árabe, releyendo caigo dulcemente...

En aquel pueblo con mar, aquella noche, el concierto lo dieron nuestros cuerpos.
Fue testigo la luna que nos encontró sin ropa y desnudos.
Contigo recordé que disfruto besando, acariciando, excitando, amando. Contigo fumé un cigarro asomados a una ventana abierta al alma. Calentándonos los primeros rayos del sol que llevaban disuelto penthotal. Contigo reí tanto que me pareció volver a otros tiempos, cuando en la risa de alguien me perdía sin echar nada en falta. Contigo, con tu canción dentro y tus ojos clavados en los míos, todo volvió a arder. Contigo, que aplicaste la chispa adecuada, trayéndome de nuevo a la vida.

Tú, mi punto de inflexión.
Tú, mi regalo.
Tú, mi esperanza.
De profundis y ad eternum.



Creo en la religión del amor,
vayan a donde vayan sus caravanas.
Pues el amor es mi religión y mi fe.

Ibn´Arabi




Gracias a Marruecos. A sus gentes, a quienes lo disfrutaron conmigo.
Gracias a ti H. por hacer este viaje inolvidable.

Queriéndote, Mrs. Nancy Botwin.

4 comentarios:

  1. Querida Mrs.

    Itnin asra:
    Hoy no se que escribirle.Simplemente le daría el abrazo infinito.
    Esa noche de la que habla,que se grabó a fuego en nuestras almas,que recordaré toda mi vida (hasta donde me lo permite el licor compartido),me abrió una puerta mágica que nunca hubiese imaginado.
    Porque lo mejor ha venido después, sin duda.
    Gracias.Por dejarme estar aquí, por pagarme el billete más caro del mundo,que me permite viajar hasta su vida y recorrer cada centímetro de su alma,disfrutar sus risas y sentir su disfrute con las mías.
    Y quiero pensar que la misma extraña vida que nos sorprendió en aquel pueblo con mar,algún dia volverá a hacerlo,y vendrán a pagar nuestro rescate...para siempre.

    Queriéndote
    H.

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  2. Mi querido catkiller,

    ¿Puedo tutearle? Seguro que sí...

    Nuestra despedida en aquella estación, lejos de provocarme inquietud, devolvió la paz a mi vida. Me quedé de pie mirándote, sin vergüenza de saber que encontrarías mis ojos si te dabas la vuelta. Entonces no pude explicarte lo que ahora sabes.

    No sé por qué razones nos conocimos. Por qué nos encontramos en este momento de nuestras vidas. No necesitamos alterar el orden de las cosas ni comprender lo que nuestros corazones saben.

    Donde otros pudieran ver resignación hay en realidad serenidad.
    Donde pudiera vislumbrarse tristeza hay, ciertamente, un gozo indescriptible.

    El amor, en su misterio y con su grandeza, nos tiene a su merced. Dejémosle que marque el rumbo tal y como hizo hasta ahora.

    Queriéndote,
    E.

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  3. Estimados amantes:

    Decía el poeta que el amor no es más qeu el deseo de hacer eterno lo pasajero.

    ¿Qué mejor arma para lograrlo que las palabras?

    ¿Qué no pare la música!
    Kurtz

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  4. Estimado Mr. Kurtz,

    Seré breve: y usted que lo vea.

    Disfrute de la fiesta.
    Besos.

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